Reflexiones sobre jugar juegos de rol de humillación deshumanización y sometimiento
Sé que muchos quedaron manija de que les cuente más experiencias y placeres culposos sobre mis ROLEPLAY tanto en video como por sexting o videollamada, y acá les voy a contar un par de anécdotas interesantes que me abrieron muchísimo la mente, todo esto enseñado por mis clientes, que amplían día con día mis conocimientos sobre sexo y deconstruyen mis ideales y estructuras.
He tenido novios y parejas sexuales con los que practique ligeramente y por arriba algunas prácticas masoquistas, pero nada tremendo ni fuera de mis estructuras cómodas...casi. Sin embargo desde que juego a ShyyFxx tu Gauchita Argentina, aprendí que el placer se oculta hasta en lo más morboso y casi "perturbador", según quien lo mire.
Mi primera experiencia fue bastante perturbadora, en los inicios de mi carrera, un cliente nuevo contrató mi servicio de videollamada y no me especificó sobre sus gustos peculiares, y mientras que yo estaba lista para el show de baile y masturbación, el quería maltrato y deshumanización! Con cada minuto que transcurría la videollamada se iba haciendo cada vez más incomoda, porque el tipo me pedía que lo putee (basurear, en argentino), que lo maltrate, que agarre mi dildo lo golpee, que lo escupa y le diga cosas terribles sobre su persona y su pene, y de a poco fuí soltándome y entendiendo de qué iba la cuestión. Cuando por fin me estabilicé y entré en personaje, el hombre acabó y me expresó que estaba más que complacido, y que había que repetir. Después de esa experiencia, me sentí extraña y algo preocupada, sentía que no había dado la talla con la expectativa del hombre, y hasta sentía culpa por las cosas tremendas que le dije, y aunque lo vi acabar y me dijo que estuve excelente, siento que si me hubiera explicado previamente su expectativa habría estado mejor preparada para el asunto, tanto con la performance como en "situación mental confortable" para mí.
Mi segunda experiencia de este tipo, ya más interiorizada a nivel psicológico con estas prácticas (Gauchita tiene el deber y responsabilidad de estudiar sobre fetiches, psicología y sexo, no me tomo las cosas a la ligera porque soy una profesional), fue con un fiel cliente que apareció durante mis primeros meses de carrera, a pesar de que ya me conocía y había comprado mi primer "contenido vainilla", se tomó su tiempo para que adquiera más confianza y soltura como creadora de contenido para animarse a pedirme una sesión intensa por videollamada, el me creía capáz de todo, una confianza extrema. Cuando me confesó que le encantaba que lo maltraten, basureen , humillen y hasta golpeen, a mí me impacto porque le tengo mucho cariño y respeto, conocía su posición económica y laboral y lo veía tan empoderado que me costaba creer que un hombre como el eligiera ese tipo de trato, pero me sentía más que honrada por su confianza y por elegirme, por esperarme, por ver que tenía potencial para más.
Él me asesoró específicamente con sus gustos y fetiches, y me explicó que en líneas generales los gustos eran similares entre los "SUMISOS", pero que es importante siempre charlar previamente los límites de cada quien para que la experiencia sea lo suficientemente placentera y no sea dañina. Por suerte, esta experiencia no me iba a encontrar desprevenida ni me iba a traumatizar como la primera, en la que aprendí "a las cachetadas". Coordinamos para videollamada y yo estaba muy nerviosa, me había maquillado bien intenso, me puse medias de red y un body negro de vinilo ajustado, para que el outfit me inspire la suficiente confianza a mí misma para ponerme en rol, y obvio para el máximo disfrute de él. Llamé, en estado de shock, tenía miedo de fallar, de que no me saliera bien, pero tengo la habilidad de ponerle poker face o cara de seguridad a todo lo que enfrento, y después de un ida y vuelta de cordialidades y buena onda, arrancamos con la sesión: Él no quería que me masturbe, ni que baile, ni que me encreme o aceite el cuerpo, tampoco verme con el dildo adentro, solo quería oirme hablar y ser malvada: "Que pija insuficiente que tenés, con eso no complacés a una mujer como yo", "que basurita inmunda, mir{á como te calienta que te maltrate y te humille, me das asco y vergüenza" , "Arrodillate para mí, quiero que te metas un dedo en el culo y que gimas para mí como el perro obediente que sos", "tenés prohibido acabar hasta que te de permiso, me oiste? decime que si con la cabeza porque los perros no hablan", "pegale a tu maní, a ver si con un par de golpes te crece más... o ese es el límite? no te da vergüenza bajarte el pantalón y ver esa miseria todos los días? a mí me daría repulsión", "Te vas a tomar toda la leche para tu ama? si no te la tomas no quiero verte nunca más, basura"... y así estuvimos durante 15 de los 20 minutos que contrató, cuando lo ví acabar sentí un gran alivio y me relajé, le pregunté si no fui demasiado cruel o si lo incomodé, sintiendo repentinamente nervios ante la posible respuesta negativa, pero el me respondió que tengo un don para interpretar roles, papeles y que logro meterme tanto en personaje que hasta se olvidó de que era su dulce Gauchita Argentina que siempre lo trata de “bebé” y con respeto, y que estaba más que encantado y satisfecho... Tanto así que repite una sesión cada 15 días desde ese entonces, cuando sale de viaje por negocios o cuando su mujer no está en la casa.
Admito que desconectarme del trato bonito habitual que tenemos y ponerme en este rol con él, me hizo plantearme muchas cosas sobre la sexualidad y las personas que conozco, y entendí que el sexo muchas veces no solo es placer sexual, sinó satisfacción en otros niveles también necesarios, es como jugar con las muñecas o los autitos cuando sos chiquito, admitamos que muchas veces usamos nuestros juguetes para canalizar emociones y hacer procesos mentale. Cada persona es un mundo con necesidades y gustos diferentes, no por eso son malas personas o dañinas, opino que hay que ser empático y abierto, siempre y cuando haya dialogo y honestidad, nadie sale ni dañado ni perturbado, mientras te vas deconstruyendo sanamente.
Tengo un cliente que siempre me pide sexting y le gusta que juguemos a que somos pareja, salimos a pasear, y seduzco activamente o me dejo seducir por otros hombres, transeúntes, meseros, cajeros, vecinos, sus amigos, lo que dé! y ama que terminemos las historias con él cogiéndome y sintiendo mi vagina empapada de semen ajeno, o inclusive saborearlo con su boca, mientras le cuentos los detalles escabrosos de la “infidelidad” y le recalco que esos SI eran hombres de verdad y no inútiles como él... tenemos mucha imaginación y lo curioso es que tiene un pene enorme, pero ama que le diga todo lo contrario.
Otros clientes más tímidos optan por los videos personalizados, y aman que los comparta en mis canales de videos para morbosearse con las miles de visitas que reciben sus sesiones tiranas con su Gauchita, y eso me ayuda mucho a crecer y atraer nuevos tipos de clientes y no cerrarme ante el abanico enorme de posibilidades con las que experimentar y jugar.
Si sos un sumiso encubierto, o expresamente sumiso y orgulloso de serlo, un cornudo consciente y feliz, o simplemente te gustaría experimentar con una profesional como yo, no dudes en pasar por mi tienda para adquirir tu videollamada, sexting, video personalizado, o lo que gustes! Particularmente amo a los sumisos porque son las personas más seguras y decididas, van por lo que quieren sin dudarlo y sin dar vueltas, como si hacen muchos heteros machos pecho peludo...
La conclusión final es que amo los retos y deconstruir mi mente para asimilar estos placeres, si no estuviera inmersa y comprometida en este mundo por mi sueño de ser famosa, jamás habría tenido la oportunidad de conocer tantas prácticas nuevas, que puedo elegir si deseo o no aplicar a mi intimidad ya teniendo una idea y conociendo los parámetros...Pero recalco en que siempre es mejor la conversación previa y honesta sobre estos placeres particulares, porque no todos tenemos la cabeza lo suficientemente clara y abierta como para llevar a cabo estas prácticas sin que nos resulte incómodo en primera instancia, ahorrale a tu compañer@ el "mal flash", porfa, inclusive si es una sesión virtual.
Aprovecho para agradecer la confianza y la apertura, sus secretos siempre están a salvo conmigo y voy a ser su Gauchita de confianza, gracias también por enseñarme tanto día a día. Gracias por hacer alquimia conmigo!
Acá una lista de reproducción con mis mejores sesiones TIRANAS
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